El duelo y sus etapas
- María Jesús Casares

- 21 ene 2021
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 1 mar 2021
El duelo es un proceso psicológico al que se enfrentan las personas después de una pérdida.
Es una de las experiencias más difíciles que tienen que pasar los seres humanos y, lamentablemente, todos por una u otra razón y en diferentes momentos de nuestra vida, tendremos que pasar por esto.

Normalmente, se relaciona el duelo con la pérdida de un ser querido, pero el duelo es un proceso que se sufre, después de cualquier tipo de pérdida o cambio importante en nuestro ciclo vital, por ejemplo:
Pérdidas evolutivas: cambios de las etapas de la vida: vejez, jubilación, mudanza de país, etc. No todo el mundo se adapta a estos cambios de manera funcional.
Pérdidas de capacidades: Ocurre cuando un individuo pierde capacidades físicas y/o mentales. Por ejemplo, por una amputación de un miembro o daño cerebral por un accidente.
Pérdida relacionales: están relacionadas con pérdidas de personas. Por ejemplo, pérdida de un familiar, un divorcio, etc.
Pérdidas materiales: se da ante pérdida de posesiones, por ejemplo, una persona que pierde su vivienda por un desastre natural.
No todo el mundo que pasa por este tipo de situaciones viven un duelo necesariamente. Depende mucho de cada individuo y sus circunstancias personales, como: red de apoyo social, autoestima, habilidades sociales, entre otros.
El proceso de duelo conlleva unas etapas que la persona debe atravesar. Aunque no todos, las pasan en el mismo orden. Las etapas del duelo, según la teoría de la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross, son las siguientes:
1. Negación: aquí la persona, de manera consciente o inconsciente, no acepta la realidad de lo que le ha sucedido. Este es un mecanismo de defensa que el ser humano adopta en un primer momento, para reducir la ansiedad, es normal que suceda.
2. Cólera o ira: en esta etapa la persona se encuentra enojada, con ella o con el mundo por lo que ha sucedido. Trata de buscar una explicación a su pérdida y busca culpables a su alrededor, o incluso, se culpa a ella misma.
3. Negociación: en este momento, se entra más en contacto con la realidad de lo que le ha sucedido e intenta buscar soluciones alternativas, aún sin aceptar la pérdida. Por ejemplo, en el caso de una persona que está pasando por un divorcio, puede decirle a su expareja: “podemos seguir siendo amigos” o tratará de recuperar la relación.
4. Depresión: aquí el individuo empieza a aceptar la pérdida. Emocionalmente se empieza a dar cuenta de lo que esa pérdida implica en su vida y comienzan los sentimientos de tristeza, pena, que son normales y deben ser vividos y aceptados.
5. Aceptación: se llega hasta aquí, cuando la persona empieza a comprender y a aceptar la pérdida. De manera racional y emocional acepta que lo sucedido es parte de la vida, que a pesar de que siempre va a ser recordado, debe seguir adelante con su vida.
No se puede decir con seguridad cuánto puede durar un proceso de duelo. El duelo, es diferente en cada persona. Depende del tipo de pérdida, sus circunstancias personales (si ya estaba pasando un mal momento emocional antes de la pérdida), su red de apoyo social, etc.
Normalmente, el duelo se supera de manera funcional, sin necesidad de ayuda de un profesional. Pero puede suceder que el individuo se quede estancado en una de las fases y no lo puede superar por sí solo.
Algunas circunstancias, que indican, que es necesario buscar ayuda, son:
Consumo de drogas u alcohol para huir de la situación.
Presencia de fantasías de reunirse con el ser querido, deseando la propia muerte.
Síntomas de tristeza intensos y prolongados.
Si el funcionamiento de la vida normal de la persona se ve afectado por un largo período de tiempo.
Sentimientos intensos de culpa.
Si estos síntomas se encuentran presentes en la persona, debe buscar ayuda de su entorno o de un profesional para que la situación no se vuelva más grave.






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